-Lobo: ¡Por qué me sigues?, hace rato que te escucho.
Cerca, entre unos troncos raquíticos, se ve la silueta de una figura obscurecida por las tinieblas del bosque Negro.
- Caperucita Roja: No intenté esconderme con esmero. Sabia que me descubrirías.
-Lobo: Si lo sabias deduciras que te trage al centro de mi hogar. ¿Intuyes lo que va a pasar?.
Caperucita Roja: Nadie se arriesga a un peligro mortal sin una buena razón que lo ampare.
-Lobo: Nuestros asuntos terminaron hace rato, recuerda que entregamos la versión oficial y ya todos la conocen. ¡Por qué insistir?... o acaso piensas que no se lo que ¿eres?.
-Caperucita Roja:La inocencia...debes reconocer que me sirvió, que la usé de manera ejemplar.
-Lobo: Si que lo hiciste. Incluso yo me creí el cuento hasta que me tope con un colega moribundo. El me contó cosas extrañas sobre ti y tu...familia.
-Caperucita Roja: Caper es mi verdadero nombre y soy una "pequeña cazadora" -dice ella irónica soltando una torba sonrisa-.
-Lobo: ¿Pequeña?... tienes cuatrocientos años...
-Caper: Y tu quinientos miserable licántropo.
-Lobo: Togor es mi nombre. Y si esta es la hora de las verdades el que ganó tiempo fui yo. Todos los mios saben quien eres realmente. Yo hasta aquí llego, pero tu no sales viva del bosque negro.
Caper: Precio justo por el rey de los de tu raza.

Caper sale de su escondite con ballesta en mano. Lleva el capuchón y la capa roja pero su rostro es tan obscuro como la opacidad que la rodea.
-Togor: Es extraño...
-Caper:¿Qué te parece tan extraño?.
-Togor: Nadie sabra de esto, no da para historia con final feliz.
-Caper: Hay que dejar que crean lo que quieran creer. Ademas igual mueres en la historia.
-Togor: Si, me mato una historia y ahora la faz de la inocencia.

En medio de la noche fria se escucha un persistente aullido. Luego todo es tranquilidad... otra vez.