Tres millones de sueños se van detrás el espejo. Recuerdo el aroma suave entrando lentamente. Apretando las manos, contrayendo cada músculo de mi cara, mi corazón sacudiendo rápidamente encuentra lo que buscaba.
El nerviosismo pasa y llega la calma. Perdida en un túnel vació, frió exploto en mil pedazos frente a mi enemigo, fantasmas del pasado que se vuelven gigantes y me minimizan.
Les grito intento espantarlos y con cada defensa mía se apoderan más de mí… la solución no es el suicidio, la solución no es la exclusión ¿Cuál es la solución?
Lagrimas, silencio y más lagrimas. Superación, una búsqueda constante… superación palabra máxima que agiganta mi temor
Texto agregado el 17-09-2006, y leído por 428
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Lectores Opinan
16-11-2006
Oye, qué enorme contradicción la del final... venicio
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