Transcurría el año 1981 (1) , la sociedad argentina se encontraba reprimida bajo la forma de gobierno militar, liderada por el teniente general Jorge Rafael Videla.
El Comandante Videla había llegado al poder de manera abrupta mediante un Golpe Militar realizado en 1976. Esa misma brutalidad era la que ejercía en su hogar para intentar dominar a su hija Andrea (2) de 17 años de edad, que desde que su madre había fallecido, estaba al cuidado de su padre. Ella poseía muchas características de su madre como la valentía, la sensibilidad y belleza.
Andrea vivía un romance a escondidas de su padre, con un joven muy apuesto de ojos claros que reflejaban su transparencia. Él tenía 20 años y se llamaba Francisco (3), pertenecía a un grupo que se oponía a la dictadura en el país. Él era escritor y la conoció a ella en un Salón Literario, adonde había sido llevada por una amiga. El joven se oponía a la dictadura porque había intentado publicar un libro, pero éste había sido censurado por los militares, ya que a criterio de ellos faltaba a la moral.
La relación que mantenían no era tan oculta. Sin que Andrea sospechara, el padre ya había descubierto, mediante sus informantes, los encuentros clandestinos que mantenía con su novio.
Fue en una noche oscura y silenciosa en la que Andrea escapó de su casa hacia un nuevo encuentro en el departamento de Francisco. Los acontecimientos que transcurrieron en esa oportunidad cambiarían, sin que ellos lo supiesen, su destino para siempre…
Los jóvenes se encontraban celebrando sus dos años de noviazgo. Él le había regalado el libro antes censurado y una rosa que marcaba una página. Sorpresivamente oyeron el sonido de un camión detenerse en la calle. Ellos no llegaron a reaccionar, y de repente se encontraron con el departamento invadido por los militares. Se precipitaron violentamente sobre Francisco, dejándolo inmóvil. A pesar de su resistencia fue arrastrado por el suelo. Andrea gritaba con desesperación, rogando que lo dejaran en libertad. Ella intentó impedir que se lo llevaran, pero ante la posibilidad de que lo mataran, debió callar. Mientras era llevado, Francisco le juró que siempre la amaría y le pidió que publicara, si él moría, su libro cuando terminara la represión. Sus súplicas no fueron suficientes, mientras lloraba lo vio alejarse. Sola en la habitación, bajo una luz tenue, abrió el libro en la página que marcaba la rosa y leyó una frase…
Pasados dos años, Andrea no logró olvidar a su amor. Las cosas fueron cambiando. La dictadura militar en ese año había llegado a su fin. Tras la restauración de la democracia su padre fue juzgado y condenado a prisión perpetua y destituido del grado militar por los numerosos crímenes cometidos durante su Gobierno.
Andrea había escapado de su casa hacía un tiempo a la costa, al enterarse por medio de personas cercanas a su padre, de la muerte de Francisco (4) luego de ser capturado aquella noche trágica de 1981 y, que el responsable había sido el comandante Videla.
Ella paseaba cada noche frente al mar con el libro y la rosa ya marchita en sus manos, por el paso del tiempo. Su mirada melancólica se reflejaba en las aguas, mientras que la brisa de la noche acariciaba su cabello. Andrea se acercó al muelle y una vez más volvió a abrir el libro en la página señalada y leyó: “Este es nuestro amor, el que ocultamos. ¿Qué significa para los que sufren, para las víctimas de las injusticias de nuestro país si puede morir en sólo una noche? ¿Qué significaría para nosotros si no somos capaces…” Ella escuchó una voz que conocía y amaba, completar la frase que tantas veces había repetido en soledad: “…de esperarnos para siempre?” (5)
1. “1981”: 1976-1983 período de duración de la Dictadura Militar en Argentina.
2. “Andrea”: Nombre de origen griego que representa a una persona sensible, valiente y bella. Según el significado de su nombre, posee una gran voluntad para lo que se propone.
3. “Francisco”: Nombre de origen latino. Persona honesta y de carácter fuerte.
4. “la muerte de Francisco”: La muerte de Francisco fue informada a Andrea por los cómplices de Rafael Videla para que ella logre olvidarlo. La responsabilidad de su padre, se enteró por otros informantes.
5. “…de esperarnos para siempre?”: Que la frase sea completada por Francisco, nos revela que su no había sido el que Andrea creyó, y que él aún seguía esperando el encuentro. |