Oscuro carnaval, Que torcidos payasos festejan…Cual inerte es la desgracia de aquel desdichado ser. Aves de rapiña le picotean los ojos, carroñando, arrasando cada esperanza, cada retorno a casa, demoliendo cada camino de vuelta…
Está muerto, bien lo sabe; más no vencido, no, eso nunca. Con esfuerzo sobrehumano ejercita cada músculo de la aquejada mandíbula, para escupir palabras de fuego, infierno en párrafos tales que quemen su mordaza, como ser omnipotente, que con suave y rauda presencia, desafía a la muerte y a su hoz…
Está muerto, bien lo sabe, ya nadie escucha sus quejas; pero confía en el renacer de su voz, porque ese es su don, el poeta inmortal…
Valkav 5/sept/2006 (Felipe de la fuente)
(4.24 AM)
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