Ya imaginaba todo; la hinchazón en su vientre bajo nueve ansiosos meses; ese abrupto dolor al dar a luz; sus diminutas manos jugueteando ante el cuello, encontrando los parecidos con su padre; esas primeras comidas; la simbiosis entre ambos; el preescolar; los estudios; sus noviazgos; la universidad; los futuros nietos...
Cuando llego al hospital del pueblo, el banco de esperma había sido cerrado por falta de donantes...
me ha recordado el cuento de la lechera.. jejeje..
Cuando un relato te da una sonrisa, ya solo por eso tiene su razón de ser.
Un saludo
Duende duende-max
22-01-2004
Este me gustó bastante, buen relato. Saludos
fando
22-01-2004
No te preocupes Anita. Siempre habrá voluntarios para satsfacer el deseo maternal de esa abnegada mujer. Mis estrellas. gui
22-01-2004
Sorprendente final para toda la ilusión que de camino la abordaba.Besitos. Airedevalencia