Te me regalo completa,
pa' que me goces entera,
sacia tu sed infinita,
que la noche se avecina,
muere sediento o te bañas
en mis agua cristalinas,
que nacen desde lo alto
al llegar la primavera.
Déjame tocar tus formas,
acariciándote entero,
me completas con tu esencia,
me perfumas con tu aliento,
me rodeas y te encajas
en las grietas de mi pecho
quedo a merced de tu amor
es tu deseo mi norma.
Magia fugaz que me hechiza
que me embruja con tus besos,
suavidad de tus palabras,
que me susurras muy tierno
cantándome en el oido
mentirosos sentimientos,
que no me importa si mientes
si me refresca tu brisa.
El tálamo a salvo, invisible
de las miradas furtivas,
en peligro de extinción
los amantes se acarician,
como robándole al tiempo,
siempre la mejor canción,
nada compara en la vida
cuando el amor es posible.
Del poemario Viviendo en desamor, c2006
Lourdes E. Moya Díaz |