TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / jaime_bss / El futuro era muy confuso

[C:236502]

Un día, cansado de tantos viajes al pasado, decidí viajar al futuro en mi pequeña maquinita del tiempo, me encontré en una atmósfera no muy insospechada, no había fuego en el cielo ni sanguinarios jueces a caballo, el mundo no estaba inundado y los malos no habían sido eliminados.
Tres pasos después encontré una margarita, al saludarla descubrí el primer cambio; en el futuro a las margaritas no les agradan los poetas.
Todo parecía tan “el presente” que pensé que el viaje era una perdida de tiempo, hasta que vi unos afiches colgando de un poste, era un poeta que conocí hace tres meses y un presente, el era muy amigo del escritor que había sido vendedor de mascotas, del escritor que había sido sastre, y en el futuro del presente (o el pasado del futuro, luego del presente) se hizo amigo del escritor que había sido alcalde.
Lo insospechado por fin se presento, los rompe-sueños y los quebranta-leyes, habían creado un mismo bando, ¡hasta una liguilla de softball tenían! Junto a el estaba otro conocido, futuro amigo, un chico muy excéntrico, adicto a los dulces, y que compartía su cama con una bandada de hormigas adictas a los sueños con palomitas y un grupillo de casi-cuentos insatisfechos, juntos dictaban leyes estúpidas y exquisitas.
Un poco desorbitado y confundido me tope con una anciana, bastante sucia y con un hedor como de crema de champiñones, casi desfallezco por el terrible recuerdo que aquello me trajo, en el pasado, del pasado del futuro (o el pasado del presente), ese hedor siempre me persiguió a la hora de la comida. En fin, la anciana se acerco mas o menos a tres pies de distancia de mi, me miro como esperando un regaño, fingió toser un par de veces para asegurarse de que notara su presencia, saco una envoltura de chocolate de su roído bolsillo, los estiro un poco y note que tenia algo escrito, volvió a toser, afino voz y comenzó a recitar un poema terrible.

Te encontré pequeño gato de mujer loca,
Te encontré y me tome una coca
Yo te salve la vida, ahora te toca
Escucha el piano como mi hijo toca
Y mira como la vecina le arroja una roca.

Aun que me castiguen amarrando cien zapatillas
Seguiré entregando estas alegrías
Por que aun que no tengo… tengo… ah, si! Amiguillas
Y también colecciono muchas polillas
Mejor me dedicare a las estrofillas.

Después de decir esto se le escurrió una lágrima por el rostro, parecía en verdad conmovida, saco un billete de su viejo calcetín, me lo entrego y se fue. Al parecer la poesía ya no era algo muy frecuente en el futuro, como lo es en el presente.
Por fin decidí ir a buscarme, en este presente tan futuro. Como lo supuse, termine en el gobierno, el cual estaba lleno de tantos personajes raros como ahora, pero era más divertido. Me encontré sentado y me vi desde ahí, yo también me veía, estaba notablemente mas grande, no gordo, solo un poco ancho y pachoncito. Platicaba contigo, en verdad eso fue lo más sorprendente del viaje, yo pensaba en el presente que me odiabas, pero ahora platicábamos alegres, el futuro me pareció cada vez más desconcertante. Me quede viéndome más de lo que me veía en el presente mientras me arreglaba; me besabas y apapachabas.
Lugo de un par de horas me fui de ahí, tu te quedaste sentada, me acerque mientras me iba y me senté junto a ti mientras me subía a mi automóvil.
Claro que me reconociste, pensé que te exaltarías, pero en el futuro eran mas frecuentes ese tipo de viajes de lo que lo son en el presente, platicamos mucho tiempo, sobre el clima, la tecnología, tus padres, la muerte de algunos de mis actuales amigos, la decepción que causo la venida del Apocalipsis a mando de un ejercito de bárbaros con hachas, los cuales terminaron fusilados en menos de siete días. Yo seguía dándole vueltas al asunto pero por fin pregunte- ¿Qué hice?, ¿Cómo?, ¿Tu… me odiabas, no? - -Sigues siendo el mismo del pasado- me interrumpiste – Querrás decir, del presente- reproche – No, de “mi” pasado- recalcaste como lo haces ahora.

Al fin, después de unos minutos me dijiste –Dejaste de hacer poemas para mi… y me hablaste por teléfono-

Ese día regrese al presente, escribí una carta para maldécirte y deje de pagar mi teléfono, el futuro aun se puede salvar.




Jaime Carcaño Hernández

Texto agregado el 13-09-2006, y leído por 348 visitantes. (1 voto)


Lectores Opinan
22-02-2007 Tres pasos después encontré una margarita, al saludarla descubrí el primer cambio; en el futuro a las margaritas no les agradan los poetas. buen texto... ohhh nadie lo leyó??? lo veo optimista me encantó ese párrafo.. super tierno... carOi
 
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]