Quisiera haber sido manca
no habiendo escrito tanto.
¿Qué se desea entonces
para haberte amado menos?
En mi soberbia, en mi ilusión,
me creí salvadora, tu mesías,
y terminé con mi propia cruz.
Pero todo valió la pena
aunque no lo diga
aunque reniegue.
Todo valió la pena
por estar bajo tu luz.
Y quien sabe si a mi tercer día
resucito de la tierra
para ver a mi Señor....
Texto agregado el 11-09-2006, y leído por 115
visitantes. (1 voto)