No te quitan un sueño,
te parten el alma.
Y sin alma no hay sueños,
no existe la esperanza.
No te hurtan un futuro,
te censuran el empuje.
Te mutilan, te acribillan,
te devoran,
buitres, te devoran.
Son feroces criaturas,
que las cría la amargura.
Se juntan en los bosques,
de codicias y sinsabores.
Cargados de traición,
cruzan tu alma en duras noches.
Te matan con una mirada,
te silencian con un soplo.
Comen de vos lo mas puro:
la pasión por cambiar algo.
Se te cruzan, te aniquilan,
te mastican toda el alma.
Te mastican, y te escupen,
y te escupen sin nostalgias.
No conocen tus códigos,
usan leyes de la nada.
Crecen en feroces jaulas,
donde el sol no aparece nunca.
Solo la noche los cobija,
y resguarda.
Y que maldita es la noche,
que resguarda a estos cobardes.
Que te matan, te aniquilan,
y te quiebran toda el alma.
Con un soplo, te silencian.
Y tu alma...
que es tu alma?
Para ellos solo un juego,
que utilizan a mansalva.
No se salva ni el mas bueno,
sino que es, el que peor las paga.
Almas buscan, todo el tiempo
para saciar su juego.
El juego de quién es mas guapo;
quién es el que mató primero.
Y te dije que te roban,
y que importa.
Que me roben, que me maten,
que me quiten todo el aire.
Si al final lo que vale,
es que hay quien te salva.
No te hace vivir de nuevo,
eso no importa.
No tendré sueños, ni esperanza,
pero quedará mi recuerdo,
y alguien más seguirá mi danza.
|