Tengo una sed inmensa,
inabarcable, de ti.
Tengo tu sangre viajando tibia
por mis oídos,
vagando, eterna en pena.
Como riéndose de la tierra y de
esa voz trémula que anuda al cadáver.
Vistiendo la nuca todavía,
barriendo la brisa aislada
del otoño y la calidez de
debajo de la ropa.
Tengo esa terca palabra derramada
por mi espacio vacío,
con flores muertas,
con besos agrios.
Texto agregado el 11-09-2006, y leído por 144
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Lectores Opinan
14-11-2006
Una poesía con todos las letras. Tu sabes escribir deivid
14-11-2006
Una poesía con todos las letras. Tu sabes escribir deivid