Bordeo la orilla del tiempo,
tu reloj.
Como un vagabundo buscando minutos,
estoy.
Y encuentro miradas desiertas,
y olores de primaveras viejas.
Camino las sendas del último encuentro,
el adiós.
Perdiendo pisadas, revoques y anhelos,
me voy.
Y busco en tus ojos alguna respuesta,
y opacos indicios de ausencia me das.
Y como en la nada,
vuelve todo a empezar...
Vacío el camino, el reloj, y la puta soledad....
Que te busca y te encuentra,
siempre a su tiempo....
No consulta, ni pide permiso, para entrar.
Soy brisa en la noche,
y un sorbo de arena
raspa mi garganta mientras,
me doy cuenta.
Que no es lo mismo, quererte en la noche,
que esperar amanecer en tus brazos.
Fueron minutos y ahora son horas,
que no pasan.
Sonrisas que duelen,
palabras que matan.
Y siento tu piel en algunos delirios;
pienso en tus ojos y me cuesta respirar.
Y como en la nada,
vuelve todo a empezar...
Vacío el camino, el reloj, y la puta soledad....
Que te busca y te encuentra,
siempre a su tiempo....
No consulta, ni pide permiso, para entrar.
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