La otra vez caminaba por la ciudad, y se me presento una persona, dijo que se llamaba nada, me contó mil historias de su vida, principalmente una que detalladamente relató.
Me contó cada punto y centímetro de su triunfo en olimpiadas de atletismo más menos del año 67.
Hablaba mucho, hasta me ofreció ir a ver la medalla de oro que tenia en su casa, pero me negué, porque iba apurado caminando.
La cosa era que me seguía cada paso, sin abandonar la conversación.
Hasta que apareció un tipo y nos detuvo, mirando a Nada y riendo sulfurante.
Dijo:
_Ya te contó lo de su historia olímpica, jajaja,
Míralo, si el no tiene piernas.
El hombre agarra el pantalón de Nada y lo levanta,
Ahí ví sus piernas...
Eran ortopédicas, y al parecer su invalidez venia de nacimiento.
.el hombre soltó carcajadas mirándonos, y siguió su camino.
.mire a Nada...
.su cara triste bajó al suelo, y una lágrima se asomo por su rostro.
.me miró y salió corriendo como no imagine que pudiera hacerlo alguien con piernas ortopédicas.
.En un momento ''creí en nada'' porque no tenia como sospechar de su invalidez.
.Un hombre me dio la verdad sobre esta persona, y me di cuenta que YA NO CREIA EN NADA.
.Pero al verla salir corriendo volvió esa credulidad por las cosas imposibles que tiene la nada.
.Ahora pasé de NO CREER EN NADA...
... A CREER EN NADA.
.
CREO EN NADA.
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