Creo en el rojo de la sangre
que fluye por tus venas
que me hierve con tu presencia.

Creo en la soledad de la oscuridad
que anega mi vida
que me provocas con tu indiferencia.

Creo en el surco de la arena
que se deja aplastar por el mar
que me devora las entrañas.

Creo en la tristeza del silencio
que me deja sin palabras
que se lleva mis sueños.

Creo en la paz de la música
que me devuelve los recuerdos
que me alimenta el alma.

Creo en la vida de los sueños
que te acercan a mi
que me alegran el corazón.

Creo en el sonido de la lluvia
que hechiza mis oídos
que acompaña mis pasos.

Creo en el reflejo de la luna
que me contempla en el lago
que te ilusiona a mi lado.

Creo en el azul del cielo
en el blanco de las nubes
en los colores del mundo.

Creo en la bala de plata
que instalaste en mi pecho
que por mis ojos ve la luz.

Creo en la pluma de viento
que evaporó el fuego
que consumió la noche.

Creo en las tardes de domingo
que evidencian mis penas
que divulgan mis latidos.

Creo en la voz de tus palabras
que nunca he escuchado
que nunca me has regalado.

Creo en la desnudez de la vida
que se hace inofensiva
que se muestra sincera.

Creo en el misterio de este amor
que tanto desprecias
que tanto deseo.

Creo en el dulzor de tu sonrisa
que entregan tus besos
que aceptan mis labios.

Creo en la calma de la tormenta
que siempre se abre camino
que aparta la tempestad.

Creo en el invierno de la vida
en el otoño de los recuerdos
en la primavera de la espera.

Creo en lo que soy
creo en mi vida
sin duda, creo en ti.