En mis labio, siento amargado
tus dulces mentiras amada
como desoladas gotas vienen y se llevan la vida frondosa y esperanzada

Es tan triste el querete
como queriendo a la muerte
tenerla en brazos y ofrecerle
lo que ya no nos queda como la vida que ya es muerte

Con singular puñal
en luto de estrellas me diste
descanso y cese al dolor infernal
de soñarte y quererte, lo que nunca tu hiciste.

Más, ódiame con furor
despréciame incasablemente
que tolerar tu olvido no podría
más desearía morir con el mayor de los sufrimientos y males.