Llanto de la Tierra
Había una niña que llora.
Llora y llora la niña.
Mientras en una mansión de su mente los ojos se vuelven cristales transparentes, cubiertos por una película de agua…que se hacen llamar lagrimas.
Las lagrimas tienen el sabor salino del mar, eso tendrá algún significado secreto, o es solo una mas de esas preguntas sin respuestas, que vienen a la mente de una niña pequeña.
Ella tiene su propio pensamiento, aunque suene este incoherente…ella cree que el mar, son millones de lagrimas que vienen de la tierra, por cada muerte, por cada herida, por cada flagelo decadente, cada cicatriz que no se olvida…o el amar sin sentirse correspondido.
Quizás el mundo también solloza en silencio, como los adultos…que temen que los vean mostrando algún rastro de debilidad…quizás la tierra tampoco se permita mostrar vulnerabilidad.
Tal vez ella tiene pánico de que la dañe, el corazón egoísta del hombre…al que tanto le a dado y que ve como la destruye, incansablemente…solo por avaricia. Por su preciado tesoro que ella riega como lluvia, se los entrega altruistamente.
No entiende porque la sangre mancha su piel, porque las lagrimas de una niña limpia su rostro…mientras ve como un hombre, la golpea incesantemente…solo por haber cometido la supuesta estupidez de derramar una taza de té.
Mientras en otro lugar una mujer llora, por la perdida de un hijo…y en otro lugar una mujer abandona en una puerta a un pequeño trocito de carne, que recién empieza a vislumbrar la vida…y ya no tiene a nadie que lo ampare.
Mientras la niña recorre su mansión imaginaria a una pareja viendo a su hijo con ternura, a una mujer que ríe con su marido, a un niño jugando infatigable…a la tierra siempre con sol , sin noche , ni oscuridad y sin mar.
Pero se despierta del ensueño que la hace escarparse de su realidad, pero esta vuelve, con la veracidad letal, que tanto la caracteriza y se ve la noche, las estrellas aparecieron en el firmamento. Intentando dar algo de consuelo a las almas atormentadas por mil penas y la luna les sonríe con soberbia.
Y se ve en el ambiente urbano de la ciudad… un puente lleno de basura, donde una niña despierta de la ilusión, y la inocencia ya desvanecida por los avatares de la vida…la abandona por completo ni su recuerdo queda en ella.
Esta asustada la pequeña criatura, pero Morfeo la recibe entre sus brazos, mientras siente su pequeño cuerpecito congelado.
Mientras su única compañía, la tierra en la que descansa, empieza a derramar lagrimas de infelicidad e impotencia…por no hacer nada por ella, la única que la entiende.
Y el cuerpo antes caliente se vuelve inerte entre los brazos de la tierra y se va al sueño de la vida eterna…pero no es en el cielo, si no fundiéndose con la tierra que lo consigue.
El cielo llora incansablemente esa noche, la lluvia se vuelve torrencial…esta furiosos con los hombres, o con esa persona que la dejo a su destino en aquel lugar.
Pero amanece, es un día con nubes, el sol no quiere salir a pasear, guarda un luto por los muertos y los sufrimientos que se ha visto obligado a presenciar y cuando un noble caballero, pasa por debajo de ese puente que la vio morir… con una expresión que solo denota asco y desprecio infinito…observa el cadáver de un ángel… y su corazón se enternece y llama para que vengan a hacerle un funeral cristiano y decente. Pensando que así expiara sus culpas.
Cuando la entierran en un pequeño ataúd de segunda mano, nadie gasta un centavo…por una niña de calle…en una simple fosa común… con menos honores que un ladrón.
Pero los gusanos hacen su trabajo, corroen el ataúd que es su celda de muerte y la dejan nutrir a la tierra libremente, como cada uno de nosotros lo hará en algún instante, cuando el halo de vida se apague.
Pero la tierra llora incansablemente y busca venganza contra la injusticia…mientras sus hermanos y compañeros la ayudan a intentar destruir… y mientras un terremoto ocupa a los habitantes de una parte de su reino y los huracanes, maremotos e incendios hacen el resto...
La noticia de que se encontró a una niña, que falleció por el frío, durmiendo en un basural…conmueve los corazones de mucha gente y está se pregunta por que la vida es tan cruel… y se creen buenos samaritanos.
Aunque cuando van a dar un paseo por el parque y un vagabundo se les acerca a mendigar una misera limosna, ellos, sin importar ni su condición, sexo, edad o religión. Los observan como si fueran escoria…leprosos de una sociedad hipócrita y decadente.
Los alejan sin piedad y se van de hay como si se fueran a contagiar...
La Tierra solo observa con pesar y una herida sangrante vuelve a dejar su huella en ella, y el mar vuelve a alimentarse del dolor.
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