Llevaba mucho tiempo esperando ese momento, si tenía suerte todos sus problemas acabarían y su vida iría mucho mejor a partir de ahora. Toda su vida concentrada en un solo instante, una jugada a cara o cruz cn la moneda del destino, un si o un no que marcaría su futuro.

Se dirigía hacia el despacho del director de la galería con las mejores de sus obras bajo el brazo. Aquel hombre se había mostrado muy interesado por su trabajo y seguramente podría exponer sus dibujos y pinturas allí y más tare subastarlas para poder acabar de una vez con sus deudas. Entró en el despacho intentando disimular su nerviosismo con escaso resultado.

- Buenos días -dijo con voz trémula.

-¡Ah! Es usted, le estaba esperando. Espero que haya traído algunas de sus obras.

El le alargó la mano para que las cogiera y sin perder tiempo el director empezó a mirarlas detalladamente con ojo crítico y experimentado. Paso toda una hora observándolas y lo único que decía eran unos comentarios inaudibles para si mismo. Cuando acabó se los devolvió y le dijo:

- He de reconocer que usted tiene un gran talento para esto y sería un gran honor para nuestra galería poder exponer sus obras en nuestra próxima exposición -al pintor se le iluminaba el rostro y casi podía ver la moneda del azar girando y girando para caer mostrando un glorioso Si- Pero en estos momentos nuestra galería pasa por un mal momento y no contamos con fondos suficientes para afrontar una empresa de dicha embergadura. Lo siento mucho señor.

-¡Oh! Bueno, no se preocupe -contestó sin ninguna convicción.

Otra vez igual, el destino le volvía a jugar una mala pasada. Ya no podía seguir así, el banco no le concedería más prestamos y las deudas se amontonaan de forma alarmante. Llegó a su casa y se puso a hacer lo único que sabía que lograría calmarlo.

Pintar.

Esa misma noche pintó su último cuadro, el que los expertos dicen que fue su mejor obra, aunque fuese un cuadro extraño, pintado en un único color y con una pintura aun más extraña. El cuadro que tituló Sueños Rotos, el cuadro que pintó con su propia sangre.