“Camino insegura en esta tierra que no es mi tierra, sin embargo lo será para mis descendientes, ellos la amarán como propia y sus herederos formarán los clanes que irán cubriendo este nuevo mundo.
Busco un ser con rasgos similares con el cual concebir, y solamente he vislumbrado algunos especimenes en etapa aún de desarrollo, ninguno me parece el apropiado para engendrar un hijo de la estirpe de Kalmer, sabios absolutos del Universo.

Recuerdo mi pueblo, tecnológicamente avanzado, amantes de la paz y de las ciencias, instruidos en los dogmas de la percepción más puros. Nacidos para deleitar a los dioses, fatalmente destruidos por invasores de otros mundos, guerreros celosos de nuestra sabiduría. Fuimos borrados de la faz del Universo, con mi sola excepción, la única descendiente del Rey Val, destinada a preservar nuestra estirpe.

Los sabios de Kalmer al advertir el fin cercano, decidieron enviarme a este mundo en desarrollo dónde los humanos en su estado más primitivo fueron los elegidos para que nuestra estirpe se desarrollara y volviéramos así a ocupar el lugar que nos corresponde dentro del Orden Cósmico. A pesar de la repugnancia que estos seres me provocan deberé concluir el ciclo para el cual fui consignada. Esta noche me acercaré a una de sus guaridas y les ofreceré la esencia de los dioses para que ellos me acepten a su lado”.

Bitácora hallada dentro de una nave presumiblemente espacial encontrada en La Garganta de Olduvai en Tanzania. En el interior de la nave se encontraron también, los restos de una mujer fallecida presumiblemente hace miles de años aparentemente después de un proceso de parto. Tres asombrosos hechos dejaron atónitos a los científicos; el primero, que la bitácora se encontraba escrita en todos los idiomas actualmente conocidos; el segundo e igualmente asombroso, el cuerpo presentaba un perfecto estado de conservación y el tercero y más increíble, en una especie de cápsula se hallaba un bebé que gorgojeó alegremente ante la presencia de los boquiabiertos exploradores. En este momento el niño ha sido sometido a todo tipo de estudios para confirmar su estado de salud, el cual nos complace en anunciar, es excelente. Distintos mandatarios del mundo ya han ofrecido adoptar al recién nacido.(Texto extraído del diario El Cosmos del veinticinco de diciembre del año tres mil ochocientos uno)