Escribí un poema incomparablemente profundo
q lleva todas las sensaciones y pasiones del mundo
puesta sobre delicadas hojas del edén (secas)
empuñada con sangre de la cruz cada fina letra;
aun así parecería hecha por un manco y ciego
torpe e insensible, q creyó q lo hizo perfecto
pero se dará cuenta de la ausencia del mayor milagro
q ni en conjunto los párrafos harán de tu alma un pedazo.
Pinte en una tela a las divinas en un atardecer
con la discordia en una manzana, cuando todos los colores se pueden ver,
mi obra de pincel entre invierno y primavera
impregnado con la duda de la belleza;
aun así parecería hecha por un manco y ciego
y ellas una mancha en el lienzo
en el momento en q la incertidumbre muera a tu lado
pues tu imagen superaría a las musas, la naturaleza y a su cuadro.

Forje la estatua más hermosa de todas
suavice con lagrimas y dote de espíritu a la roca
hecho con un cincel igual a la aguja más filosa
di la exactitud q solo dios da a las cosas;
aun así parecería hecha por una manco y ciego
q como artista le destruiría el ego
pues seria la piedra mas tosca
cuando la luz pusiera sobre ella tu sombra.
Compuse con todos los sonidos existentes una melodía
q a las sirenas callaría y enamoraría
incluso Orfeo por no poder tocarla la envidiaría
porq esta lleva más q el misterio de la muerte y la vida;
aun así parecería hecha por una manco y ciego
q no puede fundirse con sus instrumentos
y hasta llegara a notar q también es sordo y mudo
ya q en su música y canto no encontró tu susurro.

Cree y te rezé nuestro paraíso en mi novela,
toda una égloga q tenia algo de dos religiones y tu esencia
con la q te eleve como a Lázaro en las palabras q hacían a mi Pegaso
bendecido por el espíritu santo te libere del laberinto de pecados y minotauros
y te lleve donde había dejado de las artes lo mejor, al olimpo,
donde de lo imposible me hice constructor aferrado a un crucifijo,
para q descanses sobre hojas con poemas, abrigada por una pintada tela,
arrullada, velada e iluminada por melodías, estatuas y estrellas;
aun así parecería hecha por una manco y ciego
q al orar no muestra más de diez palabras en su léxico
ese q sin esos sentidos no pudo ignorar tus dones
el ateo sin excepciones q creyó por ti en los dioses
el cual no diferencia el ruido del sonido, lo superficial de lo profundo, el blanco del negro,
tu infierno y su cielo, tu y lo q parece perfecto
ese q le puso entrega total a su libro
para q termine siendo guardada en el olvido.