El color de la tarde evoca todas las cosas, hace que en medio del naranja y el gris se condense nuestro hastío por días inciertos. Hay un azul, que en algún momento sonrío a los que viven en un credo, una fe. Ese azul se lleva todo el protagonismo por tener la fragilidad de la nostalgia en su centro y por diluir la esperanza, la misma espera, en sus difuminaciones. Y hay rayitos, de luz o de viento; se cruzan entre el cabello de los que caminamos por las calles y dentro de las casas y edificios, se cuela entre el aroma denso que tiene esa extraña belleza de la vida.
Su figura se realza en ese color de la tarde. Le duele la cabeza, me advierto de ello cuando le veo. Recostado sobre el escritorio, o más bien inclinado sobre él, su respirar se esconde, juega con la aleatoriedad de un futuro, o un intento de destino. Sus manos contienen esa fuerza esfumada en algunas guerras ya perdidas. Sus venas reflejan otro tipo de resurrección en medio de lo que le convirtió en zombie. Está su lamento y su plegaria en el tablero de notas, como un pendiente para no olvidar. Y ahora me mira. Me mira y le devuelvo su mirada, tal cual me la entrega. Con la misma arrogancia que me la lanza se la respondo, hasta que se cansa y con su rostro, orientado hacia mi derecha, trata de perderse.
Pretende que le tema quizás, que le esquive mostrando una falsa indiferencia mía, que me levante y camine los 34 pasos que tengo que dar para llegar hasta donde se sienta para ser yo quién desvanezca la distancia. Pero esta vez ya no lo haré, me duelen las rodillas. Su ego es demasiado nutrido, su iniciativa no sé dónde la esconde. Quizás sus razones sean muy válidas, pero nunca serían tan concretas y tácitas para mí como su decisión de hacerse lejano para mí.
Yo apenas alisto la taza, el azúcar y mi termo. Para que esta tarde no quede inconclusa, y para clarificarle mi retiro de su vida, debo decirle adiós.
- Señor Fernando, es la última vez que le traigo su café. Para la próxima, tendrá que acercarse a la greca nueva que compraron. Me despido. Buena tarde.
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