Si a vivir me enseñaron tus palabras
en el diáfano azul que el cielo pinta
A morir me invitaron con su ausencia
esperándote, Amor, las madrugadas.
Si a soñar, dulcemente, con tus letras,
me invitabas, dibujándome tu verso,
lentamente se durmieron en mis venas
aquellas palabras y todas las auroras.
Si a adorarte, amor, en tu regazo
me enseñaste con tus rimas el secreto,
al sentirte palpitar, envuelto en gozo,
nuestras almas de ternura se encendieron.
Alumbrando el milagro de la noche
las palabras se agitaron con mis besos,
y la carne estalló en su locura
¡Me engañaste, poeta, con tus versos!
El poema de amor somos nosotros
Nota: He añadido un quinto verso a la última estrofa,(que da título a la poesía), para ayudar a la comprensión del poema.
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