SOLAZ?


Ni tan solo se lo propuso o se lo propusieron, lo encontro en su camino, allí puesto, verde, frondoso, inmenso, desafiante sin ningún cartel anunciándolo, sin instrucciones que seguir. Ya estaba allí, se imaginaba lo que podia encontra dentro, todo el mundo lo sabe, son como en las películas, recordo una en la que solo salian dos personajes, tan solo recuerda eso, eso y una inmensa casa victoriana.

Una noche, de esas de hielo fundido y paladar reseco, habian estado hablando sobre ellos, nadie le creia, el defendia su tesís como si le fuera la vida, ellos nunca estuvieron interesados realmente en tal resolución. “Otra vez el bufón que tiene dentro nos esta intentando impresionar con disertaciones kafkianas”. Pensaban sin prestar demasiada atención a kafka. El intentaba no compararlos con insectos, a veces le costaba, el se incluia en ese hervidero, estaba con ellos, se sentia diferente, pero también sabia porque y eso era lo que más detestaba. Siempre le quedará grabado aquella afirmación del profesor de filosofia adicto a las estrellas, fugaces, frias.

“No importa en que te diviertas, no importa lo culturalizado que estes, no importa perder tú tiempo decorando con fibra de vidrio tu coche, el tiempo és el mismo y no hay nada más, ni siquiera para ti que “Memorias del Subsuelo” te han cautivado, no existe nada mas, solo el tiempo que tienes y no te creas ser mejor por saber quien fue Sandor Marai, no deja de ser la misma invención humana, que la velocidad o los consoladores femeninos ... són tan humanos “Trópico de Cáncer”, el trópico de cáncer, la lucha contra el cáncer o los asesinos en serie. Para ti, piensas, es perder el tiempo acumular llantas de aleación ligera en el garaje, y en cambio acumulas libros y pretendes tener razón? Razón en que? Si no hay nadia allà arriba que nos juzge, pretendes juzgar tú a los otros y erguirte sobre ellos?”

Volvió a mirar a su alrededor, llegaba ya la primavera, era un dia soleado. Cuanto tiempo habia pasado desde el último dia soleado? No lo recordó exactamente. Los ababoles acompañaron su paseo, hasta acercarse al lugar. Susurraba, para sus adentros, aquella canción de los Cowboy Junkies, “Misguided Angel”, sin saber demasiado lo que decia, pero imaginándolo. Seguia pensando en la teoria, en la solución, tan clara aquella noche. Ahora, con aquella inmensidad a unos metros, le recorria una angustia regada con nervios, añorados, en el estomago. Como entrar y salir de un laberinto sin dudar ni una sola vez? Esta era la pregunta. Un papel, perdido en la memoria, rezaba que entrando y siguiendo una de las dos paredes, izquierda por ejemplo, sin dejarla de palpar en ningún momento te llevaba sin dudar a la salida. Claro que el libelo resolvía unicamente los pasatiempos de TBOs, esos que tienen una entrada y una salida, con premio en el exterior y tal conjetura solo era aplicable a noches solazes.


Rodeado de tanta espesura y olor a flores livianas, con preguntas del subsuelo en su memoria, todo era un poco mas irreflexivo. No por ello dejo de acercarse, ya en la puerta, miro a su alrededor, respiró profundamente y se impregno del campo, una vez mas. Entro, conectó el PC y envió este mesaje.