Era una tarde sol.
De aquellas que nunca olvido,
cuando quise hacerme el hombre
y te robé un beso pohibido
y los sauces con sus hojas
acariciaban el río.
Te quedaste quietecita
como pariendo al asombro.
¡Era mi primer beso,
y me miraste asombrada
con negro ojos abiertos!
¡Jamás olvidé el momento,
aunque ya pasó mucho tiempo.
Tus manos como palomas
se agitaron al viento
y como cómplice el sol
se escondió por un momento.
¿Dónde estás muchachita?
¡Te busca y busca el recuerdo!
Los años fueron pasando,
yo dentré pa’l casorio
y nunca logré encontrar
el sabor de aquel beso.
¡El beso que me hizo hombre
del qué todavía me acuerdo!
verdesol1
Texto agregado el 01-09-2006, y leído por 174
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