-Buenos días señor, bienvenido. ¿En qué puedo servirle, desea algo en particular de nuestro menú?-
Muy buenos días, ¿podría traerme una taza de cafe sin sentido amargo?
-¿Perdón? ¿Un café que no sea amargo?-
Sí, un café alegre, divertido. Uno de esos que le dejan a uno un buen sabor de boca.
-Lo siento señor, nosotros no vendemos de esos, lo lamento mucho.-
No se preocupe, sólo pasaba por aquí y se me ocurrió preguntar... seguiré buscando.
-Que tenga suerte señor, hoy en día no hay ya muchas cosas alegres, dulces, que no resulten amargas.-
Lo sé, por eso es que ando buscando. Acaso con aquella señora sonriente del estanco de enfrente.
-Ojalá, ella parece ser más alegre que nosotros.-
Gracias de todos modos, si lo encuentro le traeré un poco, de menos para que lo pruebe.
-Gracias de antemano, debo atender a otros clientes, hasta pronto.-
>Si pedir fuera tan simple, pediría un par de vasos para llevar, seguro.< +.+! |