Me levanto y me miro en el espejo. El sigue ahí, mirándome. Intento despertarme pero ya estoy despierto. Trato de desviar la vista pero no logro moverme. Cierro los ojos. Es inútil. Debajo de los párpados, mis ojos siguen abiertos.
Texto agregado el 31-08-2006, y leído por 94
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