El sueño de hojalata.

La tubería rechinaba, no sobrellevaba la presión del agua caliente.
Entre unos y ceros soñé formas y repartitos, en Oz dormir provoca el nacimiento del nuevo día. Dorothy llego y aceito los engranajes, puso un motor en movimiento, ella tenia la bendición de la bruja del norte, aquí la magia es frecuente, gracias a ella, pase de ser un leñador de carne y hueso, a caminar con mi estructura de hojalata. Solo pido un corazón para volver a las innumerables sensaciones de caminar por esta tierra. Si el espantapájaros tuviera sesos, podría comprender el susto de pararse junto al fuego. Si yo tuviera espíritu, podría enseñarle el espanto que de un modo prodigioso, la presión y el desierto, señalan el fluir del agua por las vertientes.
Totó nos despierta de un ladrido, Dorothy lo levanta; El Espantapájaros silva o eso intenta y todos juntos emprendemos el viaje por el camino amarillo.