Nunca se me dio del todo bien expresarme, sino enlazar unos pensamientos con otros del mismo estilo o abismalmente distintos sin orden ni concierto, de ahí tanta metáfora y tanta vuelta. A veces hablar de una sola cosa me resulta aburrido, mas aun escribir de una sola, me resulta raro y complicado al mismo tiempo. Medir palabras, frases, sílabas; un juego anticuado al que no quisiera relegarme mientras me queden dedos.
Todo esto viene a que decir las cosas con el corazón no es tan fácil como decirlas con las palabras, aunque a veces aquella persona a la que se la dices no esté dispuesta a escuchar, no es como pegar la oreja en pecho ajeno y mirar a ver si sale una voz. Mas bien es mirar a ojos ajenos y entender lo que quieren decir sin necesidad de que lo que digan las palabras que salen de esa boca situada algo mas abajo nos entorpezca la audición perfecta de las cosas. La idolatría de mentes mas humanas que nosotros mismos nos lleva a engaño, la sensación de decepción a la que puede llevar es aberrante para uno y para quien se siente aludido, la inaudición de gestos en momentos de encerramiento es nefasta y la falta de querer es síntoma de violencia en mi vida.
Aun así las cosas siguen su curso normal, parece mentira, pero así es, John Lennon dijo que la libertad es como un pájaro, pero no solo la libertad, también la amistad, el cariño, el afecto y la melancolía, la vida en definitiva. Maravilloso Lennon, cinco tiros de una mágnum 45 en la puerta de su apartamento, una lástima, pero es lo único que somos; “LÁSTIMA”.
Y como ya estoy de caminito hacia los cerros de Úbeda me despido, con esto mismo; lástima, hasta nueva orden, quien quiera entender... entenderá.
Pokara |