No sé si tiemblo o temo
o simplemente espero lo peor, no sé…
La vida se muestra abierta para mí
Todo es como las frutas
Semillas primero
frutos después...
¿Tendrá edad y forma, el amor verdadero?
Temo mirarle al Señor
Encontrar su rostro arañado
por las uñas de los años
De ver sus ojos negros que miran tan profundo
como un ciego a otro ciego,
ojo a ojo
pozo a pozo
ser a ser...
Pisaré tierras en celo
No veré mas caras
Seré como esas ovejas, ciegas y tontas
que siguen a sus cuerpos
Iré al evento
que tanto temo
y aspiraré profundo, suave
con el pecho sin llave
Ya adentro,
sin la mano del miedo
Seré
El que mira a su Señor,
y no espera nada...
San isidro, agosto de 2006
Texto agregado el 30-08-2006, y leído por 530
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