Una pared alrededor del cielo
El cielo de Septiembre se oculta como mugre en tus uñas,
en esas, de duende afiladas pezuñas
que a la oscuridad atrevidamente desgarran.
Tus dedos negriazules, de gastadas nubes
sin sabor, sin dulzor, mas con escarcha y esmog
incitados por el desvelo de las cigarras le han delatado
han dejado al descubierto su intención de prófugo insurrecto,
de perderse en ti, en tus adentros
cuando bajo los sauces dormida,
sin consentimiento, a modo de caricia
buscan aposento entre tus labios de mil bienvenidas.
Y tus dientes con prisa, con paciencia de esfinge
sin importar ángeles o dioses, demonios o goces
el techo del universo de entre las coyunturas extraen sin culpa
gema infinita, inalcanzable pulpa
de una decena exacta de minas a flor de piel.
Ahí vas,
en tu barriguita cargas más que mariposas, fe
anhelos, laberintos, horizontes, derrotas
de toda la humanidad hechos rosas
que en sueños más de uno a la hora justa ha recibido.
Por eso tu cabello de pétalos escarlata, intranquilos
por eso tu cara de luna menguante,
estrellas como pecas de infante
cometas haciendo de cejas largas, inconstantes.
Por eso caminas sobre una nova desterrada
igual que en un carnaval haciendo malabares
sin quemarte, fundiendo pesares
que a fin de cuentas no son más que combustible
de ahí tu magia de fénix,
encanto irresistible
de ir planeando por el firmamento
mientras desgarras a Hécate, de la luz tormento
y acabar en tus garras de duende creador incrustado
más tarde, en el bosque, a medianoche,
en medio de sonrisas nocturnas devorado.
Bajo los sauces que te cubren
de tus uñas sucias de azul casi negro,
con los dientes sacas la mugre
pedacitos de cielo, aeropuerto de almas.
No son los nervios que te vienen de las entrañas
es tu bendita manía de limpiar, dormidita
el lienzo ciego de la próxima alborada.
(pA’ eMMA cON tODA hUMILDAD Y rESPETO sABIENDO qUE mERECE mUCHO mÁS)
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