Él escribe, escribe cosas, escribe a su amor, a sus sueños, a sus deseos, amigos, hermanos, madres, padres, pero no sabe que esta cayendo hacia arriba, sólo, junto a un perro.
Él se siente mal por lo que hizo, hace y dejó de hacer, sabe que esto está de más, pero no hay nadie que tienda una manta, él tampoco lo quiere, se siente lo suficientemente maduro.
Salió gustoso de una lógica extraña para encontrarse con una extraña lógica, ése es su gran problema, los juegos de palabras siempre toman por sorpresa su frágil sinceridad ambigua.
No sabe que transita por un espinal nubloso sin candela ni vara; no sabe qué es un espinal, pero siente el dolor, no sabe qué es la neblina, sólo siente el frío húmedo, no sabe qué es una candela ni una vara, sólo siente la necesidad de ellas.
Él tenía grandes aspiraciones, pero ahora que entiende que no son correspondidas, se deja........
Lo que sí sabe, es que un día el Canido encontrará su manada y Él caerá los últimos metros hacia la fuente, para así consumirse en ella y tal vez deba redimir sus errores una ves más, pero esta ves con un nuevo código de barras, en donde éstos sean redondos.
Aunque todo esto suene trágico, Él me hace sentir bien, después de todo el perro dijo que me acompañe , nunca sería solo; fue el perro, ése perro que está en nuestro aljibe.
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