Anoche junto a la ermita Besé a la niña más bonita Me la llevé al oscuro Para ver las estrellas Pero su mirar era tan puro Que sólo la miré a ella Anoche junto a la ermita Besé a la niña más bonita Sus manos tomaron las mías Las llevó a su corazón Y el rubor subió a sus mejillas ¡Ay!, ¡es tan dulce el amor!
Texto agregado el 29-08-2006, y leído por 87 visitantes. (1 voto)