Ojos de niña triste enmarcan la carita la Matilde, nadie sabia lo que escondía en aquellas noches de luna fría, cada tarde comenzaba su ritual se daba una baño, se perfumaba medias negras caladas y al “Palomar”…
-Adiós mama, adiós viejita, no me esperes que temprano no he de regresar…
-Bendición, querida mía, que el teatro te vaya bien en este día…
La pobre Matilde se ha de vender al que mejor pague por sus favores como mujer… ya van tres meses en esta vida, desde que supo que su madre se moriría, ella juro que nada le faltaría a esa mujer que un día le dio la vida, se fue a la iglesia y a Dios pidió perdón…
-Lo siento padre, no se avergüence de esta su hija que lo quiere, pero la vida me obliga a hacerlo, sabe usted muy bien que no es mi condición vender mi cuerpo, pero entienda usted, deje que le hable que no voy a permitir que mi madre muera con hambre… Perdone usted, Perdone Padre…
Volvió sobre sus pasos la pobre Matilde, y por su madre se volvió “Amor” entre dos tildes… Ojos de niña triste enmarcan la carita de Matilde…
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