Un taller, mínimo, que apenas ocupaba el baño de una casa… y de allí sacó todo su sustento.
…

- ¿Y de qué era el taller?
- Moldes, de cualquier figura hasta sólo medio metro de diámetro, y podía hacer figuras moldeadas desde de barro hasta de plomo.
- …

- ¿Quedaban bien?

- Prefectas, ese es el punto, quedaban perfectas… en alguno metales podía moldear hasta el pelo.

- …

- ¿Cuál era el sustrato?

- Eso no se lo pregunté nunca.

(El sustrato, como todos ignoramos, es un líquido que se puede poner duro, pero es necesario que sea lo menos denso posible en su estado líquido y que cuando se seque o endurezca no cambie su figura ni altere su grosor)
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- ¿Y me dices que el taller era pequeño?
- Era pequeño, ocupaba todo el baño más pequeño de la casa… una bañera de agua fría es lo que más necesitaba; y un hornillo. Sacaba figuras en cualquier material de todas las cosas y después las vendía.