"Where is my mind" cantaba el vocalista bizarro, de un grupo bizarro, en un lugar igualmente bizarro pero completamente divertido. Rato después, también yo cantaba y bailaba "Boys, don´t cry", obvio, no puedo negar a La Cura. Nunca. Por ello la categoría de C. Smith. C Smith soy yo, y es una de mis personalidades que me encanta, porque me gusta la noche, me encanta la vida nocturna, encuentras a cada personaje...por ejemplo, ese viernes encontramos al clon de un compañero de acá del trabajo sólo que en versión rucker, o rocker. Raras visiones. He de confesar que en esta ocasión las sustancias espirituosas hicieron efecto, sin embargo, fue una farra en muy, muy buena onda.

Digo, hay reuniones en las cuales la bebida es el pretexto para intercambiar juegos, para echar al coliseo a personas diametralmente opuestas con el sólo objetivo de tener un buen espectáculo de circo romano. Dije que a Ziggy C. Stardust, nunca más la llevaría a ver espectáculos tan mediocres. Lo he cumplido. Ziggy es otra de mis personalidades. Bueno, pues departiendo con los camaradas de noche en turno, cantamos hasta desgañitarnos y salimos de ese lugar ya muy temprano.

Posteriormente, y camino aparente a casa, la comandante U, a la cual de vez en diario se le botan las tuercas me dijo: "Vamos a dar un rol por la ciudad". Y ahí vamos.
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Ave nocturna atravesando el cielo de neón

Las luces y el segundo piso no me habían parecido tan bellos, obvio, aún no amanecía y el ver los surcos vacíos de otros autos me conmovió el corazón.

"Somos seres del asfalto, de que otra", me decía Utimia. Sí, sí es cierto, y aves nocturnas. Amo a esta ciudad, a esta sucursal del cielo y del infierno abierta las 24 horas del día, a este animal de mil formas que siempre cambia, lomo de puentes, patas de asfalto, colita de ratón, bigotes de gato, dientes de puertas de cristal devorando gente, saliva de fuentes, pelambre de parques y árboles...Amo esta ciudad, violenta como un amante enfermo de celos, caliente como mujer que se sabe hermosa, deseada, mojada cuando la lluvia desborda en ella su deseo, juguetona, sucia, estresante, apabullante...Amo esta ciudad, amo ser ave nocturna atravesando los sueños de edificios dormidos, celebrando con licor y risa el estar viva, robándole un beso a esta diva soberbia a la vez, cenicienta que sueña...Carol Smith la ama.