Es que yo quería dejar que los días corrieran, igual como cuando el agua sale turbia. El problema es que al sedentarismo le costaba levantar las rodillas y los días, vergonzosamente, se me tropezaban con algún examen.
Que iba a saber el agua de vocaciones; Y qué iba a saber yo de hervir los tiempos difíciles…
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*En chile le llamamos agüita perra al agua cocida.
Texto agregado el 28-08-2006, y leído por 180
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Lectores Opinan
26-06-2007
Tiene todo de un lamento bien hecho.
Saludos! achachila