Todo eran objetos,
narguiles,
vasijas y
cántaros...
Ella era lo único que no
se atrevía a materializarse,
tal vez por el llanto,
por el amor,
por la soledad....
El que se arriesgó fuer mi corazón,
que como zaeta dorada y torpe,
buscó flechar la apertura filtrante de su mutismimo.
Espere palabras,
escuche lamentos.
Tras de mi,
en la nocturna galante de estrellas,
el ruido de un mercado marroquí
hacia ventas y compras.
Ella me ofreció una mirada,
yo le intercambie una palabra
y una ilusión.
Al acabar el ciclo de la noche
nos escapamos en un barco
hacia las tierras de una mundo perdido,
en mediod e luces de compartimientos
y gritos de emoción,
hablamos de lo nuestro sin saberlo,
pusimos en juego lascartas de una vida.
¡Ah! Lía me dijo con su primera voz anhelante:
te amo, te quiero, te encuentro.
Adiós dije yo
con mi tono agonizante,
subido en el buque transportador de mi tristeza.
A trvés del mar me alejé tanto que al final,
su silueta se volviómun punto sin colores,
solo brillo,
solo frases.....
Igual que una estrella a un poeta
me dejó sólo con mis emociones,
caragadas de líos sin buscar
y suspiros para recordar.
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