Construido con un mundo de helechos
Blanquecinos y bermellón
Aparece entre los ojos de buey
Sobre la cubierta donde desfilan
Todas las imaginadas lenguas habladas.
Entregado a la plebe para su juicio
Por miedo a la palabra de Dios.
Mirado por los francotiradores de dardos
Envenenados.
Desde todos los flancos.
Ha saltado como un resorte liberando
Energía incontrolable
Y entra en la ruta de los nuevos seres.
Los que nadie puede mezclar.
Almería, agosto de 2006
José María de Benito
Texto agregado el 28-08-2006, y leído por 126
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