Cantando, voy, una canción
de voz al viento,
aligerando los pasos a lo lejos,

penetrando en tu risa de armonía
que tala mi alma,
y enzarza la dicha, vida mia.

Hago odas con tus manos:
treciopelo fino callado.
De luces y de sombras.

Dulce fruta de vino amalgamado
son tus besos
y de arcoiris tu mirar:
bello, sincero como amor en la oscuridad.

Voy sintiendo los escritos
de tu canto, delineado con pincel de soledad
transparente ardid de buen amado
placido calor de despertar.

Rimo con tu cobijo simple,
claro y virgen,
soy versos cuando, a mi lado, estas.

El clamor de tus palmas van ungiendo.
Tengo llagas en mis dedos
de tanto magrear la felicidad.