- No le tengo miedo... ya no le tengo miedo... aprendí a no temerle.
Siento las gotas de agua salpicando en mi rostro una y otra vez mientras pienso y mentalizo aquella frase que me da coraje. El tiempo transcurre... los segundo parecen horas, y los minutos... una eternidad.
- Ya tanto tiempo he convivido con ella que no le temo ya... sé que me puede pasar... no estoy libre de eso... sé que la muerte vendrá por mñi en cualquier momento.
El bote empieza a moverse bruscamente, siento más gotas caer en mi rostro, cuan dulce rocío... pero estas sólo rectifican mi realidad... a lo que me voy a enfrentar.
- Esto ya lo he enfrentado... no le temo, ya no le tengo miedo...
Hay mucho seres a mi alrededor, ¿Tendrán ellos el mismo temor que yo?. Los veo rezar a sus creencias... en diferentes lenguas... de diferentes maneras... pero todos en el fondo sentimos lo mismo y vamos a enfrentar lo mismo juntos.
- Son iguales a mi ahora, mis hermanos en esta batalla... en esta guerra. Mi vida está en sus manos y en las mías descansan las suyas. Lucharemos y moriremos juntos, luchando por nuestro ideal... luchando por nuestra libertad.
El verlos a mi lado y recordar todos los sacrificios, sufrimientos y peleas que hemos vivido juntos me da más valor... más coraje... más valentía. El bote se mueve mucho, se escuchan los gritos de guerra y de dolor en la batalla... se escuchan gritos de libertad.
- Estamos cerca...
Todos se han dado cuenta y el nerviosismo se puede sentir en el aire, mas no el miedo. Estamos seguros entre nosotros y sabemos que juntos podremos seguir y ganar. De pronto el bote se detiene, estamos ahi... se que tal vez no vea otro día... tal vez no vea siquiera esta noche la luna pero...
- Luchare!