Y la Iglesia ¿No es también maniqueísta?
(Continúa en ella el conflicto del bien y el mal – es maniquea)
Y lo de los electos, que no deben comer directamente de cosa alguna sino de lo que se les ofrece ¿No es similar al judaísmo? ¿Cómo es la doctrina, ahora, concerniente a vuestro mantenimiento y supervivencia? ¿No es cierto que habéis tomado directamente de bienes, siendo ello aún peor que la doctrina en cuanto a la supervivencia y mantenimiento de los electos maniqueos?
Oye San Agustín: ¿No será que lo peor del maniqueísmo devoró a la Iglesia? ¿Dónde está la doctrina de Dios como creador y hacedor de todas las cosas? – (escucho hablar de Satán hasta los tuétanos de los huesos, pero ¿No es cierto que no estando el mal en Dios, Dios no condena y que sólo Satán condena porque el mal sí está en él? Dios es perdón porque el mal no está en él y por tanto Dios no condena. Dios enseñó el perdón y el arrepentimiento (que es la no condena). Y los sacerdotes de tu Iglesia, en cambio, enseñan la doctrina de la condena por parte de Dios) -, ¡Equivocados están!, ¡Maniqueos son!, Agustín.
Sólo tú, Agustín, perdonaste al que estaba equivocado y recibiste el perdón cuando estuviste equivocado, aún cuando grande fue tu resistencia! – Fatal doctrina la de la condena de Dios, inversa a la tuya propia, y similar a aquella de la cual tú escapaste y denunciaste.
…
Esa pugna entre el bien y el mal el judaísmo la tenía en su inconsciente. Los padres del maniqueísmo sabían de ello, y el misterio entre el bien y el mal se les fue aclarando al entrar en contacto con los restos del conocimiento griego. Los padres del maniqueísmo tuvieron cuna hebrea y luego emigraron y entraron en contacto con lo griego: fueron judíos que ya se entendían y formularon la teoría de la pugna y de la existencia de fuerzas opuestas correlacionadas en la manera de pugna entre sí como modo de aclaración filosófica de su religión original – (de manera distinta que el zoroastrismo) -. Pero, debo aclarar que en su religión original esa separación entre el bien y el mal y su pugna o su modo de coexistencia estaba, se hallaba, solamente en un substrato subconsciente. Los judíos no son maniqueos, los maniqueos son los judíos que entraron en contacto con la filosofía.
Jesús es Salvación.
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