El primer día, todo fue perfecto… como todo lo que empieza
El segundo, lleno de mis usuales torpezas, pero que esta vez con tu presencia se agrandaban… te diste cuenta de muchas de mis imperfecciones.
El tercer día, te mostré parte de mi mundo, a muchas de las personas que más amaba, y te lleve hasta el recuerdo de mi ídolo, del que ahora queda una casa que huele a recién pintado, pero que ni la fresca pintura pudo borrar los más lindo recuerdos.
El cuarto día me sentí feliz a tu lado, llena de torpeza e ilusión y animada por algunos tragos te dije con la más inesperada casualidad y entre mis delirios, tus besos y la poca sobriedad te susurre un te amo, que nunca espere decirte, y que tu horas más tarde, como buen caballero y hombre que se respete me hizo sufrir, hizo llorar aquella palabra.
El quinto día, haciéndome la ciega, me trague aquellas lagrimas, y quise estar solo contigo, mientras que el amor que siempre me quise negar se cocinaba con tus abrazos.
El sexto día, no deje de amarte y me di cuenta, que tu amor así me llenara y me devolviera aquella felicidad que nunca creí recuperar, en vez de ser la solución me iba a enterrar más en mi soledad, me iba a reprochar mi falta de carácter, mi inocencia al amarte y la cara de pendeja al mirarte… el sexto día mientras te volteaste llore y ni cuenta te diste que aquellas lagrimas, ni cuenta te diste de la fragilidad mi voz, de lo vacías de mi ideas, del dolor en mi mirada.
El séptimo día, me quise volver a enceguecer, por que te amaba, decidí aprovechar nuestros últimos instantes siendo felices, pero tu no pensabas lo mismo, maldita niña inocente, y si una vez más cambiaste en mi frente, al dolor de mi mirada hiciste lo que nunca me espere.. o quizás si…y la preferiste a ella por que se parecían demasiado, y la preferiste a ella por que aunque el camino fuera el mismo, y quizás más corto por mi puerta, preferiste la puerta de ella, llena de gente, de tiempo, de luces, de colores, mientras que yo tu amada niña se devolvía por la oscuridad a plena luz del dia, vacía y desilusionada.
La partida fue dolorosa, y cada decepción en medio de toda esa perfección vivida me dolía más y más, era un vació, eran silencios, era tanto dolor, tantos recuerdos, tanto amor que nunca espere sentir y menos por ti (siendo sincera).
Desde ahora, solo vivo de esos recuerdos, desde ahora, solo sueño con devolverme con mi no inventada maquina del tiempo, y quedarme suspendida mirando tu cara, o cuando me abrazabas, o simplemente cuando los tragos y el sueño eran nuestros enemigos y abrazados y en medio de tus ronquidos quedábamos dormidos.
Cada día es más doloroso, es más doloroso que al anterior, pero más feliz que el que viene, y es que viene de todo, viene la tristeza, la felicidad (incompleta), vienen las lagrimas, viene el sueño, viene el dolor, vienen los recuerdos....viene todo, vienen todos... todos menos tu, y yo me quedo pasmada viendo las fotos, devolviéndome a todos esos momentos, tratando de acordarme que nos decíamos, pero los recuerdos y hasta las fotos… todo se vuelve borroso, y tu ausencia, la falta de tu voz, y la falta de ti me desarman el corazón, me llenan de dolor, y solo quiero llorar, salir corriendo y gritarte en la cara que te necesito, que sin ti mi mundo, los lugares en los que estuvimos, que nada es lo mismo…que te amo
Mientras tanto me quedo aquí, llorándole a los recuerdos, a las fotos, a la vida, abrazando la soledad y contemplando la cara de la muerte que mucha veces y en momentos como este parece mi cielo, o mi infierno, parece mi salvación, donde sea que termine, parece el fin del dolor, el fin de las heridas, un fin al que no le temo... otra lagrima más se derrama sobre mi sombra, sobre mi tumba, sobre lo que me queda de lucidez, sobre lo que aún respira
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