Inicio / Cuenteros Locales / paulsen / Shahid
SHAHID
Me dirigí a mi objetivo. Accioné el detonador en medio de los infieles. El mundo explotó. Sólo yo, mecido por la mirada de Alá y el afecto de setenta y dos vírgenes, quedé vivo.
Continué caminando (flotando en una atmósfera divina) y me seguí sintiendo pesado. Sólo entonces bajé la mirada. Con sorpresa, con horror advertí que los diecinueve kilos de dinamita aún apretaban mi cintura.
|
Texto agregado el 25-08-2006, y leído por 86
visitantes. (1 voto)
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login
|