Sentí, viví, deje pasar el tíempo a mí alrededor y solo pude ver una blanca tela de luz que guíaba mi camino a ese sitio que inesperadamente encontré en los suburbios de mí mente.
Allí donde la creencia no llega y no alcanza más de un poco de intelectualidad naufragar.
Sin llorar, sin sopesar sentímiento algúno en mi estructura espíritual que desaparecía poco a poco, tal como se esfuman los sueños de un inclemente crío que llora sin llorar.
Aquella llamada que no acepte, aquella llamada que no escuche solo por vivír y denegar las ganas de morír, solo por estar junto a tí.
Solo por morír en vída sintíendo el característico calor del dolor.

Dolor es lo que respíro sin fastidiar mís sentídos y mi analgésico se fue gritando que moría, dolor que trajo consigo una aún mas absurda visión. Que generaba mi estado de exitación.


Ver telas de luz es rezagar la madera que hay en tú interior. A lo mejor es morír sin intención.

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HZ. stoneage.