Como los sueños reprimidos
de las arañas necrófagas,
diminutas mujeres lúbricas,
con etapas “analistas”,
bulliciosas,
violadoras de moscas
y de sadismo jabonado en el baño
Como la violencia…
desnuda ,
abierta,
frenética entre las sábanas
y entre mis piernas
como cuando las mañanas gritan
enterrando al jazz,
y el sol empieza a mirarnos las nalgas
tocando, morboso,
cualquier entrepierna mojada.
Se me caen los dientes
en la taza con café,
la música moribunda
quiere tocar las caderas
del sordo piano” fálico”,
y del tabaco adormecido
entre los labios de Edipo.
Me quedo ansiosa
saboreando mis destellos,
..sin dientes
y sin café
Pasan los lobos
más retorcidos,
ahora casados
y con legañas en las palmas de las manos,
aún titilan sus fantasías
con mocosas “alegóricas” ,
suenan sus escenas en mis ojos
y la lencería casta me engaña
y me desvisto
(porque también soy una mocosa)
la barba del viejo lobo me toca,
huele a “macho en celo”
aunque este se corta las muñecas con las canas
de su adulterio
O quizá me quede como una rata pervertida,
Y con un gato disecado
Agujereando en su pelvis,
Hasta que huela a flor de castaño…(mmm)
Ya es hora de envolverme,
que las larvas de mi cabello
despierten cuando el infierno se haga dulce y verde
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