De noche y sin prisa,
tras tu huella voy.
Sigilosos mis pasos,
tras de ti,
hasta alcanzarte.
Escondida te descubro,
de velos cubierta,
tus rayos luchando,
con las sombras.

De mil estrellas compañera,
a mis ojos entras desnuda,
mientras la oscuridad derrotas
-te enfrentas a la noche-.

Caminante nocturna,
del cenit solitaria presencia
con mis ojos sigo tus pasos
y mi alma se alimenta, en tu luz.

Pensamientos vagos
que libres deambulan,
oscuros en la noche,
Confidente y cómplice
de sueños rotos,
tu luz me inspira,
a inventar ilusiones,
revivir esperanzas
...en sueños nuevos.