21/VIII/2006 Atrévete a besarme otra vez y nos haremos uno del otro. No importa cómo lo llames; sólo unamos nuestros rostros. Descansa todo tu desaire respirándote en mis hombros, abrazándote toda de cariño. Siéntete acogida por este río. Déjame contarte las estrellas y decirte todas las leyendas de los ritmos de sus bailes. Descansa conmigo. Regálame un pensamiento; piérdeme en la tranquilidad de estar sintiendo esta vida: la que nos guarda el viento. Déjame cantarte todo al oído, hasta mi hiriente rima que rutila en las frases: “sigue o sigamos, si estás lista”.
Texto agregado el 22-08-2006, y leído por 339 visitantes. (3 votos)