Un frío atardecer,
con mi pensamiento libre,
comencé a caminar
sobre un simple lugar,
sin obstáculos que pasar,
pasos largos,
pasos cortos…
Algunas sonrisas oía.
Ahora oscurecía,
no sabía a donde iba.
Quise avanzar,
sobre las sombras
de este lugar.
Pensé en mirar hacia atrás,
mas no pude voltear.
Preferí seguir,
pies pesados,
pasos eternos…
Las risas eran más fuertes.
Llego la noche
y aún no sabía
que destino encontraría.
Ya no podía,
no se que sucedía,
no hay más pasos,
Hay que arrastrarse para seguir…
Carcajadas escucho.
Acaso;
era este mi final?
Quién ríe?
Quién me puede contestar?
La única respuesta
fue el viento,
que comenzó a soplar…
Ya no hice mas intentos
Para continuar
Preferí cerrar mis ojos
Y esperar…
Aunque sabía que para mi
no habría otro amanecer
Y tal vez sería la última noche,
Que podría ver.