VIDAS PARALELAS/2
Nick y Charlie observaban la calle desde la ventana del séptimo piso.Era un día lluvioso,con esa bruma que los acercaba al río,como les gustaba a los dos.
Era un día especial,pues Nick tenía una cita con una tal Nelly,la hija del dueño del bar que frecuentaba.
Y Charlie debía hacer un largo y tortuoso camino por los altos y los bajos del Bronx,iba a pelear y revolcarse entre esas chapas sucias por alguien que,intuía,lo estaba esperando.
Nick se decidió, fué al baño a ducharse.
Charlie aprovechó para sacarse con su lengua rasposa como lija los pelos que le sobraban.
Nick se secó con la toalla,tantas veces húmeda,se miró al espejo,no necesitaba afeitarse.
Charlie buscaba,con sus dientes, en esa selva oscura cerca de su muslo izquierdo a las malditas pulgas que no lo dejaban dormir.
Se cambió de ropa,sacó del fondo del ropero un saco oscuro y un pantalón más oscuro todavía.Se puso la camisa blanca.Era una buena combinación.
Se alisó los bigotes blancos con su pata izquierda.Hizo lo mismo del otro lado.
Prendió la cocina.Sacó del estante derecho el tarro de nescafé.Se acordó de algo.Fué al estante izquierdo y tomó el paquete de Charlie.Vertió parte en el sucio y viejo plato.
Uno tomó su café con poca azúcar y el otro masticó, aburrido, la comida de siempre.
Tuvieron que dejar pasar un poco de tiempo.Nick corrió la silla hacia atrás y se sentó.Apoyó las manos sobre la mesa,las juntó y empezó a jugar con los dedos,como hacen los chicos.
Charlie lo observaba, atento,con sus ojos color canela,arrastrando la cola,de un lado al otro,impaciente.
Al rato,Nick se levantó y fué a mirar por la ventana.
Charlie se dirigió hacia la puerta del departamento.
Bajaron juntos por las escaleras.Ambos odiaban el ascensor.
Por fin,llegaron.
Nick abrió la puerta.Se veía oscuro y frío.
A ninguno de los dos le importó.
Nick cerró la puerta.
Se observaron.
Se despidieron con un leve movimiento de cabeza.
Y cada uno se largó por su lado.
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