DÉJAME LLEGAR A TI
(Ruego)
Víctor H. Campana
Déjame llegar a ti
con la luz de mis ojos,
con mi voz.
Déjame entrar en tu corazón
con mi anhelo,
con mi amor.
Déjame tocar tu pensamiento
con todo cuanto dicen las palabras,
también con mi silencio.
Déjame que te mire y que te sienta,
déjame que perciba tu fragancia
y la fresca dulzura de tu ser.
Déjame sumergir mi entendimiento
en el mar de tu amor y tu saber.
Deja que mi corazón se embriague
con el diáfano elixir de tu voz.
Te llamo y me ofrezco
y te ruego
aún sabiendo que estás en mi
y yo en ti,
como el calor en el fuego,
como la luz en el sol,
como el aroma en la flor.
Y te llamo
y me ofrezco
y te ruego,
por el placer de llamarte,
por el placer de ofrecerme,
por el placer de rogarte:
porque te amo.
Porque al llamarte,
al rogarte
y al darme,
todo mi ser se renueva,
y te amo de nuevo
de principio a fin,
en un ciclo de amor
que se repite
inquebrantablemente,
y se extiende
interminablemente
en el espacio y el tiempo.
Cada ciclo de amor
es una chispa de luz,
una fragancia,
un momento sin ayer,
sin mañana
y sin nombre.
Tú eres la creación entera,
de ti surge todo lo que existe.
Estoy en ti, ineludiblemente,
y simultáneamente,
estás tú siempre presente
aquí,
en la infinitud de mi ser,
ahora,
en la eternidad de este instante.
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