Hoy te debo confesar,
que me siento atrapada en el mar,
entre gigantescas olas
que me pretenden tragar.
Ellas parecen vivas,
no pueden callar,
sus grandes brazos me aseguran,
que ahí podré olvidar.
Mis lágrimas de sangre
se unen con las aguas de este lugar,
su color ahora es confuso
pero con el cielo no se mezclará
Ellas piden clemencia
de esta alma que llora
por un dolor del pasado
y que jamás nunca se ha borrado.
Texto agregado el 21-08-2006, y leído por 109
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Lectores Opinan
21-08-2006
Conozco de esos dolores del pasado..mas no te dejes atrapar..que bello cuantas cadenas por romper.muy bueno. huara
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