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Inicio / Cuenteros Locales / mactub20 / Violet (Capítulo primero) Del inicio de la guerra.

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Se encontraba en la Terminal de autobuses, entre sus manos temblorosas sostenía una maleta, en ella había guardado algunos vestidos, sólo aquellos los cuales la prisa le permitió colectar, junto a ellos yacían también algunas fotos, recuerdos de la infancia, juventud y sólo dos que anunciaban el principio de su madurez.

-Cuarenta años antes, Nantes, Francia-

No recuerdo con precisión la fecha de su llegada, debió haber sido poco antes del inicio de la segunda guerra mundial, justo antes de que el ejército francés se viera involucrado en semejante masacre. Vestida de sedas, las más finas me atrevería a decir, pisó por primera vez la ciudad, acompañada de un hombre que debería llevarle cerca de veinte años ¿Sería su padre? ¿Podría ser su tutor o algún familiar a cuya custodia haya quedado? Nadie lo supo y en aquel entonces a nadie importó.

Los primeros días transcurrieron sin ninguna importancia aparente, la joven y el señor se hospedaron en una posada humilde a dos cuadras de mi casa ¿Por qué dos individuos que se mostraban tan elegantes habrían elegido dormir en un lugar tan deprimente? ¿Serían prófugos? ¿Habría llegado la guerra ya a su país y tenido que escapar de manera inesperada? Todas mis hipótesis serían resueltas a su debido tiempo, todo era cuestión de esperar, mientras Francia esperaba la guerra, la curiosidad de un niño como yo sólo esperaba descubrir el pequeño misterio que atrajo mi atención.
Fueron necesarios nueve meses y después de ellos Marie nació, junto a ella inició la guerra en el corazón del país, parecía que su nacimiento era un presagio de ella, o ella uno de su destino.

Tan pronto como aquella extraña mujer, que nueve meses atrás llegó vistiendo sedas, dio a luz, se marchó, se marchó dejando a su acompañante y a su hija. Dos días después aquel señor de facha galante y olor a tabaco del más fino abandonó de igual forma la ciudad y en aquella habitación, a dos cuadras de mi casa, recostada sobre una cama ya gastada, yacía una pequeña niña.

El ejercito francés no tardó en solicitar la colaboración de un miembro varón de cada familia, en la mía, ocupando el lugar de mi padre, asistió Martin, mi hermano mayor. La despedida fue muy fuerte, mi madre apenas pudo decirle unas palabras, mi padre no volvió a ver la luz después de aquella tarde, pasó el resto de su vida encerrado en su habitación, maldiciendo al destino por hacerlo anciano en el momento menos indicado.
Como era de esperarse, mi hermano murió a los pocos días de haber dejado la casa. En su ausencia, a mis escasos diez años, era yo quien debía tomar las riendas de la casa y la familia. Al principio con trabajos pequeños cuyas contribuciones nos hicieron pasar grandes temporadas de hambrunas, sólo meses más tardes llegué a casa de Madame Boisoré, la casa de citas más concurrida de Nantes, era sorprendente, parecía un mundo fuera del nuestro. Allí los problemas del país no existían, no había guerra, hambre ni dolor.
Mi trabajo consistía en limpiar el lugar, todas las mañanas, al primer rayo de luz me aventuraba hacia aquel extremo de la cuidad, pasabas horas enteras limpiando los rezagos de lo que parecían noches de pasión entre nobles y cortesanas.
Fueron pocas las ocasiones en las que vi a Madame Boisoré, todos los tratos relacionados al trabajo los comentaba con su discípula mayor Cathrine.
Hubo una ocasión, algunos meses después de iniciado mi trabajo en aquel lugar, que escuché el llanto de un bebé, detuve mis labores y seguí el sonido de aquel llanto, nunca antes había recorrido aquellos pasillos, sentía nervios de ser descubierto, pisaba con cautela y al final de aquel inmenso lugar encontré una pequeña cuna, allí estaba ella, esa fue la primera vez que la vi ¿Quién diría que algunos años después yo amaría a aquella pequeña bebé? Enloquecería por su amor y moriría por ella.

Continuará…

-Me llamo Marie.
-Si, lo sé, lo he sabido desde hace mucho tiempo
-No comprendo porqué el interés hacia mi persona.
+++++++++++++++
- Marie, yo quería decirte…
- No soy Marie, mi nombre es Violet
+++++++++++++++
-He encontrado a la persona ideal para ti mi niña adorada.
-No estoy a la venta madre, no soy una más de tus cortesanas.
-Tú serás lo que yo decida Violet.

Texto agregado el 20-08-2006, y leído por 303 visitantes. (3 votos)


Lectores Opinan
04-09-2006 buenisimo. vipera
04-09-2006 Con la esperanza que los próximos Capítulos sea tan interesantes como los dos que preceden, te dejo mis***** y espero. alonso100
21-08-2006 Esta novela promete. margarita-zamudio
20-08-2006 interesante elidaros
20-08-2006 Gracias hermano por invitarme a este bello texto. Tiene una belleza muy profunda. ***** poetaloco
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